La música, tanto para mí como para mucha gente, es una parte esencial de la vida. Cuando la escuchamos, ésta «toma el control» en nosotros y nos hace resurgir de las cenizas como un «fénix», nos anima y nos ayuda cuando nada o nadie más lo hace. Cuando la gente hace actividades «Sin mí» y nadie quiere «quedarse» a mi lado, la música hace que todo cambie a mejor, encuentra la calma en «El ojo de la tormenta».