Llegaste a mi vida y llenaste de luz mi corazón,
me llenaste de alegría, y por ti perdí el sentido de la razón .
Fuiste mi luz,
mi vida y mi pasión.
Cuando no estabas
anhelaba el momento de tu llegada
y cuando estabas,
el reloj no paraba de girar.
En el momento de tú partida,
mi corazón, mi cuerpo y mi mente
se volvía a derrumbar.
Cogiste mi mano,
y la soltaste sin razón,
y sin saber el motivo
me rompisté el corazón.