Habitan dentro de mí demasiadas contradicciones, como temerle al fuego pero amar el olor a quemado, como olvidar cómo me hago los moretones que tengo en la piel, pero recordar cuánto dura la canción que más daño me ha hecho.
Soy una persona complicada.
Muchas veces quisiera deshacerme de mi memoria, porque me recuerda todas esas veces en las que me faltó el aire. Aunque después la abrazo, porque me recuerda los motivos por los que sigo respirando.
Este es mi consejo para vosotros. No dejéis que los días malos y lluviosos tapen aquellos alegres y llenos de luz. Recordad que cuando sintáis que ya no estáis en sintonía con la melodía de vuestra vida, siempre podéis cambiar de canción.